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viernes, 2 de enero de 2015

EL ARCA DE LA ALIANZA

Reproduccion de la Arca de la Alianza

Según la tradición judía y cristiana, el arca de la Alianza era un cofre sagrado ubicado en el Lugar del Tabernáculo, que más tarde se colocó en el Templo construido por Salomón.
Dicho cofre contenía las Tablas de la Ley: tablas de piedra en las cuales figuraban inscritos los Diez Mandamientos que Dios entregó a Moisés en el Monte Sinaí.
El cofre en sí mismo medía 2,5 codos de largo, 1,5 de ancho y 1,5 de alto (111 cm. × 67 cm. × 67 cm.), y estaba hecho de madera de acacia, revestido de oro puro tanto por dentro como por fuera.
Coronaba el arca un artístico “borde de oro” en forma de guirnalda. La segunda parte del arca, su cubierta, estaba hecha de oro macizo, no meramente de madera revestida, y tenía la misma longitud y anchura que el cofre. Sobre esta cubierta había montados dos querubines de oro de labor a martillo, uno a cada extremo de la cubierta, con sus rostros vueltos el uno hacia el otro, las cabezas inclinadas y las alas extendidas hacia arriba “cubriendo la cubierta protectoramente”.

Para transportar el arca, se suministraron largos varales, hechos también de madera de acacia revestida de oro e insertados a través de dos anillos de oro a ambos lados del cofre. En las esquinas había cuatro patas, para que no se apoyase directamente en el suelo, aunque no se sabe qué altura tenían.
Moisés puso dentro del arca las dos tablas de la Ley. Seguidamente, Moisés introdujo los varales por los anillos del arca, le colocó la cubierta y la llevó al tabernáculo. Una vez allí, puso en su lugar la pantalla que separaba el Santo del Santísimo y después, como parte de la ceremonia inaugural, ungió con aceite el arca y todos sus utensilios.

Las dos tablas del Testimonio o los Diez Mandamientos eran su principal contenido. También se guardó en ella una “jarra de oro que contenía el maná y la vara de Aarón, pero más tarde, en algún momento anterior a la construcción del templo de Salomón, se sacaron de ella. Poco antes de morir, Moisés dio una copia del “libro de la ley” a los sacerdotes levitas y les dijo que la deberían guardar, no dentro, sino “al lado del arca del pacto de Yahveh su Dios.
El arca no se guardó en un lugar permanente hasta que se erigió el templo de Salomón. Cuando se completó la mayor parte de la conquista del país (c. 1467 a. E.C.), se trasladó a Siló, donde al parecer permaneció (con la excepción del tiempo que estuvo en Betel) hasta que la capturaron los filisteos. Una vez recuperada, y de nuevo en el territorio de Israel, estuvo primero en Bet-semes y después en Quiryat-jearim, donde permaneció unos setenta años.

David tenía el buen deseo de trasladar el arca a Jerusalén, pero el procedimiento que escogió en el primer intento provocó un desastre. En lugar de transportar el arca con los varales sobre los hombros de los levitas qohatitas, de acuerdo con las instrucciones conocidas, permitió que la colocasen sobre un carruaje. Las reses que tiraban del carro estuvieron a punto de ocasionar un vuelco, y Uzah fue partido por un rayo por agarrar el arca, una acción que la ley divina condenaba explícitamente.

Por fin fue trasladada a Jerusalén, transportada como era debido por los levitas, y allí estuvo guardada en una tienda durante el resto del reinado de David. Los sacerdotes quisieron llevársela cuando huyeron con motivo de la rebelión de Absalón, pero David insistió en que permaneciera en Jerusalén, pues confiaba en que Dios les permitiría a todos regresar indemnes. 

Él anhelaba construir una casa para poner en ella el arca, pero Dios postergó su edificación hasta el reinado de Salomón. Fue entonces, con motivo de la dedicación del templo, cuando se trasladó el arca de la tienda en la que se hallaba en Sión al Santísimo del templo, que se había edificado sobre el monte Moriá, donde fue colocada bajo la sombra de las alas de dos grandes querubines. El arca fue la única pieza de todo el mobiliario que había estado en el tabernáculo que se llevó al templo de Salomón.

La única referencia histórica al arca del pacto posterior a Salomón es de 642 a. E.C. unos novecientos años después de su construcción, y se halla en dos Crónicas, donde se lee la orden del rey Josías de que el arca se colocase de nuevo en el templo. Sin embargo, no se dice cómo llegó a estar fuera de él. Josías había ascendido al trono después de algunos reyes particularmente apóstatas, uno de los cuales había introducido una imagen tallada en la casa de Dios, por lo que es posible que uno de estos reyes inicuos sacase el arca de su lugar. 

Por otra parte, bajo el patrocinio de Josías se había llevado a cabo en el templo un amplio programa de reformas, así que cabe la posibilidad de que durante las obras se trasladase el arca a otro lugar con el fin de evitar que sufriese algún desperfecto.

No se hace ninguna mención de que el arca se llevase a Babilonia, y ni siquiera figura en la lista de los artículos que se sacaron del templo, ni se menciona que fuese devuelta y colocada en el templo que reconstruyó Zorobabel ni que se reemplazase por otra. No se ha llegado a saber cuándo desapareció ni en qué circunstancias. Jeremías predijo el tiempo en que el arca del pacto ya no existiría, pero indicó que no se la echaría de menos y que no perjudicaría a los adoradores de Dios el no tenerla.


jueves, 1 de enero de 2015

LA LEYENDA DE EL DORADO

El Dorado

El Dorado es un legendario reino o ciudad, supuestamente ubicado en el territorio del antiguo Virreinato de Nueva Granada, en una zona donde se creía que existían abundantes minas de oro.

La leyenda se origina en el siglo XVI, en Quito (Ecuador), cuando los conquistadores españoles tienen noticias de una ceremonia realizada más al norte (Altiplano Cundiboyacense), donde un rey se cubría el cuerpo con polvo de oro y realizaba ofrendas en una laguna sagrada.

Hoy en día se sabe que este pueblo era el Muisca y el sitio donde se realizaba la ceremonia habría sido la laguna de Guatavita (Colombia).
La noticia de la riqueza muisca atrajo hasta la sabana de Bogotá a expediciones originadas en Quito (Ecuador), Santa Marta (Colombia) y Coro (Venezuela).



La supuesta existencia de un reino dorado motivó numerosas expediciones y se mantuvo vigente hasta el siglo XIX, aunque su localización se fue trasladando desde Colombia hacia las guayanas, a medida que avanzaba el proceso de conquista y colonización del territorio sudamericano.







Documental sobre el Dorado

miércoles, 31 de diciembre de 2014

EL EXORCISMO DE ROLAND DOE

Imagen de Roland Doe
El exorcismo de Roland Doe refiere a los acontecimientos en torno a la supuesta posesión demoníaca y exorcismo de un niño estadounidense ocurridos a finales de la década de 1940. Roland nace el 1 de junio de 1935 en el seno de una familia luterana de origen alemán. Durante la década de los 40 la familia vivía en Cottage City, Maryland. Según Allen, Roland era hijo único y sólo jugaba con los adultos de su casa, principalmente con su tía Harriet, quien lo trataba más como a un amigo que como sobrino. Esta mujer una espiritista lo introdujo en el juego de la ouija y el niño se interesó. Cuando él tenía 13 años su tía muere en St. Louis y varios libros presumen que Roland trató de contactarla a través de la ouija.

De acuerdo al libro de Allen, la actividad paranormal comenzó poco después de la muerte de la tía Harriet.  Se trataba de sonidos de pasos, crujidos de pies y otros ruidos extraños, muebles que se movían solos, olor a excremento en toda la casa, luces que se encendían y apagaban por sí solas, y objetos ordinarios como un jarrón se suspendían o levitaban, una imagen de Jesús se sacudía en la pared como si estuviera siendo golpeada por detrás y, en una ocasión, un recipiente con agua bendita que estaba cerca suyo se estrelló contra el piso. Fueron nueve sacerdotes junto a treinta y nueve testigos los que firmaron los escritos eclesiásticos finales que documentaron la experiencia de Roland. Además, cuarenta y ocho compañeros de clase atestiguaron sobre acontecimiento escalofriantes sucedidos en torno a Roland mientras se encontraban en la escuela, entre ellos, la ocasión en que su escritorio empezó a moverse hacia el pasillo chocando contra otros objetos.

La asustada familia acudió a su pastor luterano, el Reverendo Luther Miles Schulze. De acuerdo al informe del Reverendo Schulze para el diario The Evening Star (Washington) el niño fue examinado por médicos y psiquiatras que no pudieron ofrecer ninguna explicación a los perturbadores hechos que estaban teniendo lugar. Schulze acordó con Roland para pasar la noche del 17 de febrero en su casa, con el fin de observarlo. El muchacho dormía en una cama grande cerca del ministro, quien alegó haber sido testigo de sucesos extraños durante toda la noche. Reportó que en la oscuridad oyó vibraciones de la cama y rasguños en la pared un pesado sillón en el que el niño se había sentado se inclinaba y terminó por caerse, una pila de mantas sobre las que el niño yacía se elevaba y movía alrededor de la habitación, golpeando a la gente en la cara. El Reverendo concluyó que había algo maligno en torno a Roland y decidió que un exorcismo de rito luterano debía practicarse.

De acuerdo con la historia tradicional, al niño se le practicó, en primera instancia, un exorcismo bajo el auspicio de la Iglesia Episcopal (Anglicana) y luego se remitieron a Edward Hughes, un sacerdote católico, quien después de examinarlo en la Iglesia de St. James  lo trasladó para exorcizarlo al Hospital de la Universidad de Georgetown, una institución jesuita.

Una vez iniciado, el ritual debió ser suspendido ya que Roland provocó al pastor una herida que requirió de sutura. En consecuencia, el niño regresó al hogar con su familia. Luego, a partir de la aparición de extrañas ronchas en su cuerpo, como la inscripción con sangre de "St.Louis" en su pecho (lugar donde la tía Harriet había muerto), sus familiares desesperaron y tomaron el tren de regreso a St.Louis. Estando en la ciudad, su primo se contactó con uno de sus profesores de la Universidad de St. Louis: el Rev. Raymond J, Bishop, quien a su vez habló con el Rev. William S. Bowdern, un hombre vinculado a la academia de la Iglesia. Ambos curas visitaron a Roland en casa de sus parientes y allí notaron su aversión por todo lo sagrado, su voz gutural, una cama que temblaba y objetos voladores. Fr. Bowdern solicitó el permiso del arzobispo para expulsar la plaga de demonios que poseían al muchacho. La autorización fue concedida con la exigencia de que Bowdern estuviera a cargo, que no revelara el lugar y que llevara una crónica detallada de los hechos.


Antes de comenzar con el ritual, Fr. Walter Halloran fue convocado por la sección psiquiátrica del hospital para asistir a Bowdern. El Rev. William Van Roo, un tercer sacerdote jesuita también acudió en ayuda de los demás. Halloran afirmó que durante el episodio palabras como “mal” e “infierno” junto a otras marcas aparecieron en el cuerpo del joven, quien además rompió su nariz durante el proceso. Se realizaron treinta exorcismos durante varias semanas y, finalmente, cuando el último ritual estuvo terminado, todos fueron testigos de una especie de ruido muy intenso (como el de una escopeta o un trueno) que abandonó el hospital. Luego de los rituales, la familia jamás volvió a tener problemas y regresó a su hogar. El chico se convirtió en un hombre exitoso, felizmente casado, con hijos y nietos.


martes, 30 de diciembre de 2014

EL MONSTRUO DEL LAGO NESS



El monstruo del lago Ness, familiarmente llamado Nessie, es el nombre de una criatura que se dice que habita en el lago Ness, un profundo lago de agua dulce cerca de la ciudad de Inverness.
Los rumores de un monstruo vive en  el lago han circulado durante siglos desde hace 1.500 años.
La más antigua referencia sobre una misteriosa criatura presente en el lago Ness, se encontraría en la Vida de san Columba donde se describe que en el año 565 San Columba (521-597) habría salvado a alguien que supuestamente estaba siendo atacado por un animal en el lago Ness.
Sin embargo la primera descripción moderna sucedió en 1868. Un artículo publicado en el Inverness Courier, es el primero en referirse sobre rumores acerca de la existencia de un «pez enorme u otra criatura» en la profundidad de las aguas.
Y a partir de e este primer artículo sucedieron uno cuantos: 
En 1930, el periódico Northern Chronicle publicó una noticia titulada «Una extraña experiencia en el lago Ness» en la que contó la historia de dos pescadores que decían haber visto un animal que produjo un gran remolino cerca de Tore Point. En 1932, K. MacDonald afirmó que había visto a una criatura similar a un cocodrilo remontando el Lago Ness.El artículo definitivo sobre la hipótesis del monstruo del lago Ness, fue el avistamiento que habría tenido lugar el 2 de mayo de 1933. El periódico Inverness Courier publicó la noticia de una pareja local que dijo haber visto «un enorme animal rodando y hundiéndose en la superficie». El informe del «monstruo» (título elegido por el editor del Courier) se convirtió en una sensación entre los medios. Las editoriales de Londres comenzaron a enviar reporteros a Escocia, e incluso un circo ofrecía una recompensa de 20.000 libras esterlinas por la captura del monstruo. Más tarde ese mismo año, A. H. Palmer, quien atestiguó un avistamiento de Nessie el 11 de agosto de 1933, a las 7:00 de la mañana, describió a la criatura como teniendo su cabeza a la que consideró como estando de frente al ras del agua. Su boca, que tenía una anchura de entre 30 y 45 centímetros.
La prueba más evidente de la  criatura, ya conocida como un monstruo prehistórico del lago Ness, fue la fotografía presuntamente tomada por el cirujano R. K. Wilson el 19 de abril de 1934, que parecía mostrar a una enorme criatura de cuello largo que se asomaba en el agua. Al principio de 1970, un grupo encabezado por el abogado estadounidense Robert Rines obtuvo algunas fotografías subacuáticas. Una de ellas era una vaga imagen, quizás de una aleta romboidal. Con base en esta fotografía, Sir Peter Scott, uno de los naturalistas más conocidos de Gran Bretaña, anunció en 1975 que el nombre científico del monstruo sería en adelante Nessiteras rhombopteryx (del griego ‘monstruo de Ness con aleta de forma diamantada’).
Las fotografías subacuáticas fueron obtenidas examinando las profundidades del lago con el radar, en búsqueda de actividad subacuática inusual.
Una cámara fotográfica subacuática con una luz de alta potencia colocada (necesaria para penetrar la famosa oscuridad del lago Ness) fue montada para registrar imágenes debajo de la superficie.
En varias de las fotografías, indican la existencia de un animal que se asemejaría a un plesiosaurio en varias posiciones.
También se obtuvieron algunos acercamientos de lo que se sugiere que es la aleta en forma de diamante.
Sin embargo, la comunidad científica e incluso muchos criptozoólogos han descartado estas pruebas, ya que se conoce que todas estas fotografías fueron modificadas por computador, y no corresponden a las originales.


En definitiva el misterio del monstruo del lago Ness, sigue despertando muchas controversias.


lunes, 29 de diciembre de 2014

EL ABOMINABLE HOMBRE DE LAS NIEVES



El yeti o abominable hombre de las nieves , solo se cuenta con relatos que lo describen como un simio gigante bípedo que se cree está localizado en las zonas boscosas de la cordillera del Himalaya.
En algunos monasterios de Nepal se conservan restos supuestamente pertenecientes al yeti.
En el año 2008, un grupo de investigación japonés encabezado por el científico Yoshiteru Takashi, recorrió durante 42 días la región de alta montaña Dhaulagiri IV dejando constancia de haber fotografiado presuntas huellas de unos 45 cm de longitud del escurridizo primate.
Takashi asegura que volverá a Nepal y al Tíbet durante los próximos años y no dejará el proyecto hasta que su grupo obtenga pruebas fehacientes de la existencia del ser legendario más buscado del planeta. El yeti también es llamado "El Mono Dorado".

Por otro lado, Reinhold Messner, primer alpinista en subir al Everest sin oxígeno, primero en hacerlo en solitario, considerado el mejor alpinista del mundo, acostumbrado a vivir en la zona, tras realizar un avistamiento dedicó unos años a su estudio y ha escrito un libro sobre el tema, identificando al ser con el jemo o jemong, el oso pardo tibetano, animal nocturno, grande, que puede caminar a dos patas, de color variable, siempre solitario salvo cuando busca pareja o durante la cría, siendo muy temido por su gran fuerza por los habitantes de la zona, ya que ha causado muchas muertes. Otras fuentes señalan lo mismo, se trataría de un oso similar al oso pardo polar noruego de tipo lanudo adaptado a las alturas.
En algunos monasterios de Nepal se conservan restos supuestamente pertenecientes al yeti. En los monasterios budistas de Khumjung, Pangboche y Namché Bazaar, en Nepal, se dice que conservan como reliquias los cueros cabelludos o escalpos de yetis (además de una supuesta mano incorrupta en el de Pangboche). 


Documental