El monstruo del
lago Ness, familiarmente llamado Nessie, es el nombre de una criatura que se
dice que habita en el lago Ness, un profundo lago de agua dulce cerca de la
ciudad de Inverness.
Los rumores de un
monstruo vive en el lago han circulado
durante siglos desde hace 1.500 años.
La más antigua
referencia sobre una misteriosa criatura presente en el lago Ness, se
encontraría en la Vida de san Columba donde se describe que en el año 565 San
Columba (521-597) habría salvado a alguien que supuestamente estaba siendo
atacado por un animal en el lago Ness.
Sin embargo la
primera descripción moderna sucedió en 1868. Un artículo publicado en el
Inverness Courier, es el primero en referirse sobre rumores acerca de la
existencia de un «pez enorme u otra criatura» en la profundidad de las aguas.
Y a partir de e
este primer artículo sucedieron uno cuantos:
En
1930, el periódico Northern Chronicle publicó una noticia titulada «Una extraña
experiencia en el lago Ness» en la que contó la historia de dos pescadores que
decían haber visto un animal que produjo un gran remolino cerca de Tore Point. En
1932, K. MacDonald afirmó que había visto a una criatura similar a un cocodrilo
remontando el Lago Ness.El
artículo definitivo sobre la hipótesis del monstruo del lago Ness, fue el
avistamiento que habría tenido lugar el 2 de mayo de 1933. El periódico
Inverness Courier publicó la noticia de una pareja local que dijo haber visto
«un enorme animal rodando y hundiéndose en la superficie». El informe del
«monstruo» (título elegido por el editor del Courier) se convirtió en una
sensación entre los medios. Las editoriales de Londres comenzaron a enviar
reporteros a Escocia, e incluso un circo ofrecía una recompensa de 20.000
libras esterlinas por la captura del monstruo. Más
tarde ese mismo año, A. H. Palmer, quien atestiguó un avistamiento de Nessie el
11 de agosto de 1933, a las 7:00 de la mañana, describió a la criatura como
teniendo su cabeza a la que consideró como estando de frente al ras del agua.
Su boca, que tenía una anchura de entre 30 y 45 centímetros.
La prueba más
evidente de la criatura, ya conocida
como un monstruo prehistórico del lago Ness, fue la fotografía presuntamente
tomada por el cirujano R. K. Wilson el 19 de abril de 1934, que parecía mostrar
a una enorme criatura de cuello largo que se asomaba en el agua. Al principio de
1970, un grupo encabezado por el abogado estadounidense Robert Rines obtuvo
algunas fotografías subacuáticas. Una de ellas era una vaga imagen, quizás de
una aleta romboidal. Con base en esta fotografía, Sir
Peter Scott, uno de los naturalistas más conocidos de Gran Bretaña, anunció en
1975 que el nombre científico del monstruo sería en adelante Nessiteras
rhombopteryx (del griego ‘monstruo de Ness con aleta de forma diamantada’).
Las fotografías
subacuáticas fueron obtenidas examinando las profundidades del lago con el
radar, en búsqueda de actividad subacuática inusual.
Una cámara
fotográfica subacuática con una luz de alta potencia colocada (necesaria para
penetrar la famosa oscuridad del lago Ness) fue montada para registrar imágenes
debajo de la superficie.
En varias de las
fotografías, indican la existencia de un animal que se asemejaría a un
plesiosaurio en varias posiciones.
También se
obtuvieron algunos acercamientos de lo que se sugiere que es la aleta en forma
de diamante.
Sin embargo, la
comunidad científica e incluso muchos criptozoólogos han descartado estas
pruebas, ya que se conoce que todas estas fotografías fueron modificadas por
computador, y no corresponden a las originales.
En definitiva el
misterio del monstruo del lago Ness, sigue despertando muchas controversias.