La momia de Rosalía Lombardo |
La momia de Rosalia Lombardo, embalsamada en 1920,
sorprende Palermo (abre y cierra los ojos). "La Bella
Durmiente" apodo de la pequeña Rosalía Lombardo, se trata de la momia de una
niña descubierta en las catacumbas capuchinas en el barrio de Palermo. Lo que es sorprendente de la pequeña Rosalía son sus ojos, que han sido fotografiados durante un período de días, con un marco de tiempo de 60 segundos y al parecer abre y cierra los ojos varias veces al día.Un grupo de investigadores italianos está estudiando el caso".
(Messaggero periódico nacional Italiano, articulo publicado en fecha 18 de junio 2014.).
Historia
Cuando se
descubrió el cuerpo, probablemente momificado en 1920, los científicos se
asombraron de su estado de conservación.
Rosalía Lombardo
(13 de diciembre 1918 - 6 de diciembre de 1920), apodada La Bella Durmiente, fue
una niña de origen siciliano que falleció a la edad de dos años a consecuencia
de una neumonía. Se hizo famosa post mortem, cuando el químico Alfredo Salafia
(1869 - 1933), a petición del padre de la niña, procedió a embalsamar el
cadáver conforme a su innovadora y duradera técnica. Una vez momificado el
cuerpo, este fue trasladado a la Capilla de los Niños de las Catacumbas de los
Capuchinos de Palermo, siendo uno de los últimos cuerpos en ser aceptados en la
cripta. En la actualidad,
el cuerpo embalsamado ya no continúa presente en las Catacumbas de los
Capuchinos. Un reciente
estudio con rayos X demostró que el cuerpo, incluidos los órganos, se encuentran
en muy buen estado de conservación y con un grado de deterioro muy leve. Recientemente un
equipo de investigadores del Instituto de Momias y Hombre de Hielo de Bolzano
(Italia) encabezados por el biólogo antropologista Dario Piombino-Mascali ha
tenido acceso a las notas personales de Alfredo Salafia, e incluso han podido
hablar con descendientes directos del mismo para descubrir la técnica empleada
por el embalsamador, que nunca desveló en vida. La fórmula tan
celosamente guardada por Salafia consistía en una mezcla de formol diluido en
agua que actuaba como desinfectante y eliminaba a las bacterias, saturada en
sales de zinc. También incluía alcohol, que junto el clima particularmente seco
de las catacumbas podría haber secado el cuerpo de Rosalía y permitir de este
modo su momificación; ácido salicílico, que evitaba la proliferación de hongos,
y glicerina, que prevenía el excesivo secamiento de los tejidos corporales.
Otros factores
clave que intervinieron en la perfecta conservación del cuerpo de Rosalía
fueron el clima particularmente seco de las catacumbas y la aplicación de
parafina disuelta en éter en el rostro de la niña, lo que favorecería la
perfecta conservación del mismo a lo largo del tiempo. Sin embargo ahora
por motivos completamente desconocidos la niña abre y cierra los ojos y un
grupo de investigadores están estudiando el caso.
Increible verdad.
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